Cuando se trata de nutrición, puede resultar difícil saber por dónde empezar. Sobre todo porque la alimentación sana es diferente para cada persona y no existe una dieta ideal que sirva para todos.
Sinceramente, hoy en día parece haber una sobrecarga de información. Conéctate a Internet y verás a famosos promocionando sus marcas favoritas, amigos publicando vídeos de "Lo que como al día" y personas influyentes intentando venderte suplementos.
Es difícil atravesar el caos, así que lo voy a simplificar al máximo. Dos palabras: alimentación equilibrada.
Si el concepto parece vago, es porque lo es. La idea de alimentación equilibrada de una persona será diferente de la de otra, y eso está muy bien. Todos somos individuos únicos con cuerpos, necesidades y circunstancias diferentes. Todos estos factores influyen en lo que comemos y en cómo nos hacen sentir esos alimentos.
Sin embargo, el concepto general es el equilibrio. La intención de incluir en su dieta una variedad de alimentos de todos los grupos, incluidos los que más le gustan, aunque no estén etiquetados como "saludables".
En realidad, lo que es sano para ti es lo que te permite mantener un estilo de vida equilibrado y sentirte bien a diario. De nada sirve evitar los dulces si acabas sintiéndote miserable y pensando en chocolate todo el tiempo. Los dulces, y otros alimentos favoritos, forman parte de una dieta sana cuando se equilibran con frutas, verduras y granos integrales.
Un buen objetivo es incluir algo de los cinco principales grupos de alimentos en cada comida: granos, verduras, frutas, proteínas y lácteos. Veamos algunos ejemplos de cada uno:
Granos: pan, pasta, arroz, galletas, tortillas, cereales, avena.
Verduras: brócoli, ensalada, zanahorias, apio, calabaza, patatas, champiñones
Frutas: manzanas, plátanos, uvas, moras, naranjas, melones
Proteínas: pescado, cerdo, carne de res, frijoles, huevos, nueces y semillas
Lácteos: leche, queso, yogur, leche de soja
Por supuesto, el último grupo de alimentos (Aceites/Dulces), también forma parte de una dieta saludable cuando se consume con moderación. Cuando se trata de nutrición, ¡todo es cuestión de equilibrio!
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